El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo
neurológico dentro del espectro del
autismo. Se incluyó dentro del trastorno del espectro autista en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).
El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista que se caracteriza por dificultades en la
interacción social y la comunicación no verbal, así como por patrones de comportamiento e intereses
restringidos y repetitivos. A diferencia de otros trastornos del espectro autista, las personas con Asperger suelen tener un nivel de inteligencia normal y
no presentan retrasos significativos en el lenguaje ni en el desarrollo cognitivo.
Algunas características comunes del síndrome de Asperger incluyen:
- Dificultad para interpretar señales sociales y establecer relaciones interpersonales.
- Preferencia por la soledad y dificultad para adaptarse a cambios en la rutina.
- Comportamientos repetitivos y patrones de comportamiento rígidos.
- Intereses restringidos en ciertas áreas, a menudo relacionados con temas específicos.
Actualmente no existe cura ni un tratamiento para prevenir y tratar este síndrome. Existen sistemas de apoyo como la
psicoeducación cuya función es promover la calidad de vida de las personas y sus familias.
Se trabaja para potencializar los
puntos fuertes de la persona que lo padece y favorecer la inclusión y la participación social.
Si se habla de psicoeducación esta se dirige a
maximizar las capacidades del desarrollo, la interacción social, el aprendizaje y la convivencia en
familia.
Es importante proporcionar herramientas de autocontrol y ayudarles a tener una imagen auténtica de sí mismos.
"No se trata de encontrar un lugar en el mundo, sino de crear uno donde todos puedan pertenecer."
Anónimo.